¿Cómo influye el estrés en el profesorado? El síndrome del burnout.

Hace relativamente poco tiempo las funciones del profesorado han trascendido las barreras de lo puramente académico, que tenían por objetivo incorporar al alumnado en el mundo laboral prestando especial atención a los resultados académicos en cuanto a calificaciones se refiere. En la actualidad, son varias las demandas educativas que se precisan para un proceso de enseñanza-aprendizaje eficaz donde prime el desarrollo integral del alumnado. Por este motivo, es de especial importancia el papel del profesorado en la vida del alumnado, así como su formación, pues el personal docente y su procedimiento para trabajar son cruciales a la hora de llevar a cabo cualquier estrategia dentro de la educación, siendo la escuela y la familia los dos agentes principales en la socialización del o la menor. La relación entre el profesorado y el alumnado es fundamental. Deben coexistir la escucha y el respeto mutuo, pues es en esta reciprocidad donde situamos el proceso de enseñanza-aprendizaje y la influencia en la consecución de los objetivos educativos. Se debe tener presente que este aprendizaje no se limita a transmitir conocimientos, también se transmiten valores al alumnado.
El papel del profesorado en la educación es clave y es una labor ardua, por ello, se debe tener en cuenta el estrés al que se ven sometidos. Son varias las investigaciones que se han decantado por estudiar el burnout del profesorado, entendiéndose como el agotamiento mental y físico que puede conllevar a una desestimación del propio trabajo y a un distanciamiento con el alumnado, donde intervienen las relaciones entre los mismos, las familias y los compañeros o compañeras de trabajo y que, además, si no se identifica en los primeros momentos donde aparecen los síntomas, se puede intensificar con el paso del tiempo. En ocasiones, el profesorado se puede encontrar apresurado a causa de sus funciones, ratio del alumnado al que debe hacer frente y el tiempo del que dispone. A ello se le añade la desmedida cantidad de expectativas que, en ocasiones, se deposita en el profesorado, pues la familia y la sociedad, al estar conectadas con la escuela, pueden llegar a sobrecargar la labor docente con exigencias que deben cumplir, provocando una crisis de identidad debido a la diferencia entre lo que se espera de ellos/as y lo que realmente pueden hacer. Los factores anteriormente mencionados, sumándole la indisciplina del alumnado, son algunos de los factores que desencadenan el burnout. No obstante, puede llegar a ser incongruente el hecho de establecer unas exigencias al profesorado sin aportarles las ayudas para alcanzarlas, en lo referente a la formación, motivación o salario, entre otras. El hecho de que un número elevado de docentes estén descontentos/as con las condiciones laborales y con la percepción del poco reconocimiento social hacia los mismos/as, origina un inconformismo y una baja autoestima. Esto puede repercutir al alumnado, pues las condiciones laborales del profesorado, el cansancio y la carga horaria puede propiciar pocas expectativas en ellos.
La profesión del personal docente es una de las profesiones donde hay más estrés e insatisfacción laboral. De hecho, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) asegura que hay un aumento de bajas por trastornos psiquiátricos entre el profesorado, sobre todo de primaria y secundaria. Una de las consecuencias de la insatisfacción laboral es el abandono de la profesión. Profesionales de la docencia encuentran la propia satisfacción laboral en llevar a cabo la actividad de enseñar, el establecimiento de vínculos con el alumnado, los logros conseguidos por estos últimos, la consecución de los objetivos propuestos y el reconocimiento social. Se afianza la idea de que el profesorado disminuye sus niveles de estrés e insatisfacción cuando aumenta el reconocimiento social. Por ello, es importante destacar que una forma eficaz de disminuir el estrés y aumentar las competencias socioemocionales para hacer frente a los desafíos del profesorado, sería el incorporar estrategias en la formación para hacer frente a las conductas más graves del alumnado. No obstante, también se consideran relevantes los aspectos del ámbito personal del profesorado, ya que lo que suceda en la vida privada, puede influir en la vida docente. Es importante cuidar y proteger al profesorado para obtener unos resultados óptimos en lo referente a los procesos de enseñanza-aprendizaje, siendo esto una responsabilidad social y de todos los agentes educativos. Para más información, ponte en contacto con nosotros.